¿Todos los cristianos iremos al cielo?

Mat 7:21 No todo el que me dice: "Señor, Señor", entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

Que no todos los cristianos irán al cielo queda claro por este texto, solo aquel que dice Señor puede ser identificado por un supuesto cristiano verdadero, esa expresión no la puede emplear un incrédulo. Por el contexto podemos ver que esto es así:

Mat 7:22 Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?"
Mat 7:23 Y entonces les declararé: "Jamás os conocí; APARTAOS DE MI, LOS QUE PRACTICAIS LA INIQUIDAD."

El entrar o no, no tiene que ver con la voluntad del hombre, sino como dice claramente: “el que hace la voluntad del Padre”. Esto solo aplica a una palabra, ser obediente. Si eres obediente al Padre entrarás en el Reino de Dios, sino lo eres no entrarás por más que insistas. ¡Y qué decir de los que ni tan siquiera se plantean esto!

Mat 7:24 Por tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca;
Mat 7:25 y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca.
Mat 7:26 Y todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica, será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena;
Mat 7:27 y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción.

¿Dónde irán los santos de Dios? ¿Por qué creen algunos solo en la resurrección en el cielo? ¿Otros en la tierra?

Mat 23:13 Mas ¬ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; que ni vosotros entráis, ni a los que están entrando dejáis entrar.

Algunos no se han tomado la molestia de leer desde el Génesis, han empezado en el libro de Mateo. Los anteriores al pacto, resurrección terrenal. Los que mueran tras el sacrificio de Jesús, después del Pentecostés, gobernarán con él. Según Revelación 14:1, 3, su lugar son los cielos.

Leemos que, tras la destrucción de “Babilonia la Grande”, el Cordero vencerá a las naciones, y que “también, los llamados y escogidos y fieles que con él están lo harán” (Revelación 17:5, 14). Si “los llamados y escogidos y fieles” han de estar con Jesús cuando se derrote definitivamente al mundo de Satanás, tienen que haber resucitado antes. Por eso, es lógico concluir que los ungidos que mueren antes de Armagedón son resucitados en algún momento.

“Nosotros los vivientes que sobrevivamos hasta la presencia del Señor no precederemos de ninguna manera a los que se han dormido en la muerte; porque el Señor mismo descenderá del cielo con una llamada imperativa, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los que están muertos en unión con Cristo se levantarán primero. Después nosotros los vivientes que sobrevivamos seremos arrebatados, juntamente con ellos, en nubes al encuentro del Señor en el aire; y así siempre estaremos con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:15-17).”

1Co 15:51 He aquí, os digo un misterio: Todos ciertamente no dormiremos, mas todos seremos transformados.

1Co 15:52 En un momento, en un abrir de ojo, a la final trompeta; porque será tocada la trompeta, y los muertos serán levantados sin corrupción, y nosotros seremos transformados.

Ocupan esta elevada posición espiritual porque fueron “sellados con el espíritu santo prometido, que es una prenda por anticipado de [la] herencia” que tienen reservada en los cielos (Efesios 1:11-14; 18 ; Colosenses 1:5)

La Biblia de las Américas:
Efe 1:11 también hemos obtenido herencia, habiendo sido predestinados según el propósito de aquel que obra todas las cosas conforme al consejo de su voluntad,
Efe 1:12 a fin de que nosotros, que fuimos los primeros en esperar en Cristo, seamos para alabanza de su gloria.
Efe 1:13 En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa,
Efe 1:14 que nos es dado como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión adquirida de Dios, para alabanza de su gloria.
Efe 1:18 Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,

Reina-Valera:
Col 1:5 A causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual habéis oído ya por la palabra verdadera del evangelio:

¿Cuál sería entonces el motivo por el cual Dios nos revelase a nosotros sus propósitos, y por lo tanto que fuésemos participe de su espíritu y al otro, persona sin fe, no lo hiciese, si en ambos caso los dos viviríamos en un paraíso terrenal? En donde por otra parte también se volvería a hacer un doble juicio, ya que tendríamos que demostrar nuestra lealtad al final cuando el Cristo entrega la gobernación del Reino a su Padre ¿Sobre qué personas estaría centrado, para persuadir, Satanás?, ¿podemos llegado el caso ser probados dos veces?, ¿Qué dice la Biblia? ya que Jesús y su santos ángeles, quitarán la cizaña, cortara a las personas de condición de cabra, ¿a dónde? Por toda la eternidad.

La esperanza de vivir en la tierra es el plan de Dios, su palabra nunca falla. La esperanza de vivir en los cielos es lo que todo el llamado Nuevo Testamento hace, los hermanos del Señor vivirán en los cielos.

1Pe 4:17 Porque es tiempo de que el juicio comience de la casa de Dios: y si primero comienza por nosotros, ¿qué será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?
1Pe 4:18 Y si el justo con dificultad se salva; ¿a dónde aparecerá el infiel y el pecador?

Por otra parte ni tan siquiera nos hemos preguntado la cantidad de interrogantes que plantearía esta forma de pensar, razonamientos muy sencillos, cuando desde Mateo la única esperanza que nos proponen es la celestial. Lo inadecuado de esta forma de pensar, si se piensa de forma diferente:

Dicen las Escrituras que habrá resurrección de justos como de injustos, imaginemos por un minuto que a las 12 de esta noche acontece el día de Juicio de nuestro Señor. Hasta esa hora pensamos en un hermano, hijo de nuestra tía, enfermo que es muy buena persona pero no es persona de fe porque de pequeño, abusó un sacerdote de él y se ha alejado de todo lo que tenga que ver con la religión, a Dios no le busca porque no sabe que existe.

Nosotros le hemos hablado pero nunca se ha decidido a buscarlo, incluso ha puesto a veces cierta oposición. Por otra parte siempre ha cuidado de los enfermos. Pues bien, se muere cinco minutos antes de que el Señor se presente. En cambio nosotros, hombres de fe a las 12 estaremos delante del Señor en el día de Juicio y según lo que dicte Él no lo que nosotros creamos seremos ubicados entre ovejas o entre cabras (estos al corta miento eterno). Y no tendremos oportunidad de subsanar nada (acordémonos de la parábola de Lázaro).

¿En cambio qué será del alma del hermano (por tu relación muy unida a la suya)?

Según las Escrituras si no hubiese fallecido, 5 minutos antes, se hubiese enfrentado ante el tribunal de Dios en el Día de Juicio. Pero si muere tendrá esperanza de resucitar, porque escrito está, resurrección de justos como de injustos, no puede ser un resucito y ejecuto, porque entonces para que enjuiciar lo que está ya enjuiciado, necesitarán tiempo para demostrar algo.

Rom 6:7 Porque el que es muerto, justificado es del pecado.

Por lo tanto el solo hecho de morir 5 minutos antes le ha otorgado un tiempo extra que de la otra manera no hubiese tenido, cuando a nosotros no se nos hubiese dado ni un solo minuto más. ¿No es eso una incongruencia en sí mismo?

Lo que intentamos explicar es que no vamos a pasar varios juicios delante de Dios, uno el día del Juicio, otro al final de la Gobernación del Señor. Lo que se nos presenta ahora es un único día de Juicio y su galardón está en los cielos. Eso y solo eso dicen las Escrituras desde Mateo hasta la Revelación dada a Juan, lo queramos o no reconocer , esa revelación o secreto sagrado oculto por milenios, como si eso fuese algo que no armoniza en nosotros y con banas palabrerías esa verdad la aparcásemos en un cajón porque no nos cuadra, ya que parece que otra cosa suena mejor en nuestra “estructura” o pilares de nuestra fe, y como resultado nos perdemos en el Plan que tiene nuestro Dios para la humanidad, para que personas a lo largo de la historia, que no le han conocido lo puedan hacer como nosotros ahora , y es por eso y por más que habrá resurrección. Y como Juez, juzgará a todos por sus obras, no dice por su fe. Ya que las obras de los humanos dicen lo que somos.

JM