¿Qué significa realmente "pedir disculpas" y "perdonar"?

Alguien dijo:

“Pedir disculpas se le dice a cualquier persona con que te equivocaste, pero pedir perdón es algo muy distinto, es algo más del corazón. Como decir que verdaderamente estás arrepentido. Perdón es cuando hay una cosa grande por la cual decir esa palabra a una ofensa grande... La disculpa es por algo pequeño, algo insignificante.”

“Cuando alguien nos ofende, o nos hace daño de alguna forma, lo normal es que, pasado un tiempo razonable (hasta que se enfríe el enfado y vuelva la razón) esa persona se dirija a nosotros para hablarlo. Y así comienza este antiguo ritual; la persona, con expresión afligida, nos pide perdón, y nosotros, benevolentes, se lo concedemos (la mayoría de las veces).”

Ambas expresiones son parecidas. Si bien desde el lado bíblico las disculpas no existen sino “el perdón”, se perdona o no se perdona. Creo todo es perdonable y solo depende de cada cual.

Pedir una disculpa tal vez de algo de lo cual no se percató el ofensor si el ofendido no se lo hubiese traído a su atención, motivo por lo cual le pide disculpas el ofensor al ofendido, uno debido más a las buenas costumbres o a la buena o mala educación que a una verdadera y sincera motivación, ya que de hacerlo de la manera correcta no volvería a reincidir al poco tiempo el ofensor en su ofensa.

Pedir disculpas es la razón que se da o causa que se alegue para explicar o justificar un comportamiento, un fallo, un error, excusa o pretexto. Por ejemplo yo siempre pido disculpas de esa manera, pero me resulta sorprendente el que me las pidan como un signo solo de cortesía ya que lo que me evidencia ese proceder es una falta de interés en mi persona.

De acuerdo con la ley de Dios dada a la nación de Israel, para que a un hombre se le perdonasen sus pecados contra Dios o contra su prójimo, primero tenía que rectificar el mal, como prescribía la Ley, no dice que persistía después, al poco tiempo.

Ya que en ese caso no quedaría más al ofensor que pedirle perdón a Dios más que al ofendido mismo, porque significa que en todo caso va a hablar mal de uno con todo el mundo, para que sufra el ofendido y así que no tiene sentido disculparle, porque más bien, sería como hablar con alguien que simplemente no te desea lo mejor... y va a intentar luchar para tener éxito en lo que quiere, y no te va escuchar.... ¡pero esto sería una forma de pensar errónea!

Desde un sentido materialista de las cosas, uno pide disculpas:

“Me hiero porque el daño que hice no se puede arreglar, me humillo en señal de sumisión, de culpa, de interés en la persona que ha de perdonar. La persona que perdona capta esas señales y si en su cuenta estima que ese amigo le es valioso, perdona. Cuando una persona no tiene ningún interés para nosotros tras muchos daños, al final, puedes perdonar de palabras pero lo que queda es indiferencia, no hay amistad, hay resignación y cansancio. Cuando perdonamos estamos realizando una transacción, como con todas las relaciones humanas en sus distintas formas que tenemos. El perdón es una más de esas muchas formas de dinamizar una relación, en pos de un bien común. Siguiendo la analogía del plato, el perdón no busca pretender que se arregla el plato, el perdón asume que no se puede arreglar y usa la ausencia de orgullo para arreglar no el plato, sino la discordia entre dos personas. Respecto de que no cambia el pasado, no importa, porque lo que importa es la consideración que hagas tú respecto de tal amigo a la luz del pasado, lo que importa es la relación, no el pasado en sí.”

Fuente Wikipedia:

“El perdón es la acción por la que una persona, el perdonante, que estima haber sufrido una ofensa, decide, bien a petición del ofensor o espontáneamente, no sentir resentimiento hacia el ofensor o hacer cesar su ira o indignación contra el mismo, renunciando eventualmente a vengarse, o reclamar un justo castigo o restitución, optando por no tener en cuenta la ofensa en el futuro, de modo que las relaciones entre ofensor perdonado y ofendido perdonante no queden afectadas o queden menos afectadas. El perdonante no "hace justicia" con su concesión del perdón, sino que renuncia a la justicia al renunciar a la venganza, o al justo castigo o compensación, en aras de intereses superiores. El perdón no debe confundirse con el olvido de la ofensa recibida. Quien la olvida no perdona, pues no adopta una decisión de perdonar. Tampoco perdona quien no se siente ofendido por lo que otras personas considerarían una ofensa. Tampoco perdona quien deja de sentirse ofendido tras las explicaciones del presunto ofensor que hacen ver la inexistencia originaria de ofensa alguna. El perdón es obviamente un beneficio para el perdonado, pero también sirve al perdonante (que también está interesado en ver recompuestas total o parcialmente sus relaciones con el ofensor y en ocasiones cumple al perdonar una obligación moral o religiosa) y a la sociedad, pues contribuye a la paz y cohesión sociales y evita espirales de venganzas, motivo por el que religiones y diversas corrientes filosóficas lo recomiendan.”

No tengo nada que perdonar: "los hombres no se perturban por causa de las cosas, sino por la interpretación que de ellas hacen" (Epícteto).

Heb_10:18 Ahora bien, donde hay perdón de estas cosas, ya no hay ofrenda por el pecado.

Solo señalo el mal lenguaje entre cristianos. Igual que no me gustan los halagos de la misma manera no me gustan palabras ásperas como a todos, pero si no tengo motivo para perdonar al primero tampoco lo tengo con el segundo.

Lo que me preocupa verdaderamente es si alguien siente así y de esa manera, ¿el por qué? ¿Tal vez el ofensor tenga algún motivo para sentirse así? Pero, ¿cómo pedir perdón en este caso al ofensor que se siente igualmente ofendido si desconozco el motivo para tal forma de proceder del ofensor? Porque seguro que alguna base tiene que tener para ello y obrar de esa manera, por lo tanto el problema es mío también, pero no por el daño que sufro por la falta de prestigio ante otros, justicia o venganza o lo que sea, sino del resultado de que esas palabras tengan como repercusión sobre el ofensor que las pronunció ante el Señor, que al fin y al cabo es el que juzga todas las cosas de unos y de otros. Ya que el ofensor realmente había resultado ser también anteriormente ofendido. De no evidenciar esto el ofensor, tal vez ese comportamiento fuese la demostración de otra tendencia, una más alejada del amor y comportamiento entre cristianos.

TNM
Mateo 18: 35 Del mismo modo+ también tratará mi Padre celestial con ustedes si no perdonan de corazón cada uno a su hermano”.+

Cuando uno peca contra el hermano, también lo hace contra Dios. (Sl 32:5; 51:4; 1Jn 1:8, 9; 2Co 7:8-11.) Además, debe hacer lo que pueda para corregir el mal o el daño causado (Mt 5:23, 24), y ha de orar a Dios, pidiendo perdón sobre la base del sacrificio de rescate de Cristo. (Ef 1:7).

No solo hay que buscar el perdón sino libremente perdonar y solicitar el perdón de Dios y del Señor.

Luc 23:34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y partiendo sus vestidos, echaron suertes.

Su hermano.

JM