El Milenio.

El Milenio es un periodo literal de mil años, a pesar de que algunos estudiosos de las Escrituras digan lo contrario, varias veces se repite ese número, mil años en el Apocalipsis, a Jesús se le llama el Señor del sábado, siete días tiene la semana, para Dios un día es como mil años (una metáfora, que no tiene por qué ser literal), llevamos más de 6.000 años según la cronología bíblica desde la creación de Adán, por lo tanto a las puertas ya de ese Milenio del Señor. Nadie ha vivido mil años, el que más Matusalén con 969 años, curiosamente murió muy poquitos años antes del Diluvio, este fue el séptimo desde Adán en el árbol genealógico de la familia Patriarcal de la humanidad, y durante más de 200 años vivió con Adán. Tal es la huella de ese milenio que se repite en todas las familias de la tierra, ¿casualidad?

La Palabra, el Apocalipsis o los escritos del profeta Isaías hablan de ese tiempo con total naturalidad.

Por el cual todas las cosas serán restauradas como al principio de la creación del hombre, todo el daño será restablecido, un periodo de nuevas normas, antes la Ley, ahora en el presente el Evangelio y “se abrirán nuevos rollos” en ese tiempo, un tiempo de obediencia y condenación sobre aquellos que no cumplan esas normas. Un periodo de resurrección y “regeneración” de todas las cosas. La humanidad entera volverá a la perfección de nuestros primeros padres. Como último enemigo la muerte ya no será más tras un nuevo periodo de prueba final para la humanidad cuando es soltado de nuevo a Satanás por un corto periodo de tiempo. Satanás desaparecerá definitivamente no al abismo sino a la condenación eterna o final de su propia existencia. El Señor se sujetará de nuevo al Padre una vez restaurado todo y transcurridos esos mil años y esa prueba final justo en el momento que se cumplen mil años, no antes.

¿En qué parte habla de la esperanza de unos y otros? ¿Dónde dice que los que moran en la tierra son participes de la primera resurrección, después de que Jesús ata todas las cosas en nuestro Dios?

Apo 20:12 Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos: y otro libro fue abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
Apo 20:13 Y el mar dio los muertos que estaban en él; y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos; y fue hecho juicio de cada uno según sus obras.

¿Dónde habla claramente de los que viven en la tierra?

Apo 21:3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su Dios con ellos.
Apo 21:4 Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.

Si dice cielo, dice lo que dice, si dice tierra, dice lo que dice, si dice nuevos, es que no son lo que eran en un principio.

Si dice tierra es qué hay gente en esa tierra, sea esta nueva o no.

Apo 21:1 Y VI un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer cielo y la primera tierra se fueron, y el mar ya no es.
Apo 21:24 Y las naciones que hubieren sido salvas andarán en la lumbre de ella: y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.

¿Con que nombre menciona a los que habitan la tierra, que no es 144000 o gran muchedumbre?

Las naciones que hubieren sido salvas.

Mat 22:2 El reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que hizo bodas a su hijo;
Mat 22:3 Y envió sus siervos para que llamasen los llamados a las bodas; mas no quisieron venir.
Mat 22:4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los llamados: He aquí, mi comida he aparejado; mis toros y animales engordados son muertos, y todo está prevenido: venid a las bodas.
Mat 22:5 Más ellos no se cuidaron, y se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios;
Mat 22:6 Y otros, tomando a sus siervos, los afrentaron y los mataron.
Mat 22:7 Y el rey, oyendo esto, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y puso fuego a su ciudad.
Mat 22:8 Entonces dice a sus siervos: Las bodas a la verdad están aparejadas; más los que eran llamados no eran dignos.
Mat 22:9 Id pues a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos hallareis.
Mat 22:10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos: y las bodas fueron llenas de convidados.
Mat 22:11 Y entró el rey para ver los convidados, y vio allí un hombre no vestido de boda.
Mat 22:12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí no teniendo vestido de boda? Más él cerró la boca.
Mat 22:13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atado de pies y de manos tomadle, y echadle en las tinieblas de afuera: allí será el lloro y el crujir de dientes.
Mat 22:14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.

JM